Las monedas son dados de dos caras usados erróneamente para comprar cosas. Existe un país donde se retiraron las monedas circulantes, se distribuyeron dados como dinero de curso legal. Paso a explicarme sin mayores preámbulos, las monedas sirven para tomar decisiones azarosas y echar a la suerte dilemas inciertos, es decir, dirimir disputas mediante el arbitraje implacable de una moneda lanzada al aire (apuntando hacia al cielo). Tal vez es una manera de dejarlo todo a la justicia celestial. Pero, dime por qué los dados no pueden tener un valor en el intercambio comercial y el canje mercantil, por qué no pueden suplir a las monedas para comprar, de la misma forma que estos cilindros planos bifrontes (mutilados trasversalmente) usurpan las competencias y atribuciones cabalísticas de un par dados entrechocando. Su trajinar desbocado genera más esperanzas que cualquier vuelto de mandado. Propongo la gran revolución, de ahora en adelante pagar las necesidades materiales con estos sólidos de facetas multiformes. Reivindico el poder adquisitivo dormido en esos cubos de esquinas gastadas y menospreciados en su intrínseco valor monetario .
Le apuestas a Cara o cruz, o tal vez prefieres jugártela con el doble seis. A fin de cuenta todos venimos al mundo por obra del azar y nos abrimos paso a codazos en busca de una fortuna bastarda que nos salve de la ajenidad del mundo. Hijos insulares de la casualidad vamos a la deriva en el camino empedrado del tiempo extinto y un calendario agonizante.
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